Secretario de educación de Pereira, se pifió citando la Constitución Política.
- Darío Montañez Gómez
- 29 may 2020
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Tras la intervención del secretario de Educación de Pereira, Leonardo Huertas, en sesión del concejo municipal citada por la oposición el día de ayer, en la que se le vio molesto con la sociedad civil por las críticas recibidas, el licenciado Darío Montañez Gómez, aporta los siguientes apuntes:
Como abogado deberá repasar el articulado de la Constitución Política:

Aunque los profesores agradecemos que el secretario de educación recuerde al concejo municipal la existencia del derecho constitucional a la huelga consagrado en el artículo 56 de la Carta Magna, que él cita queriendo hablar de educación bit.ly/2M71abt (hora 4, minuto 21), le caería bien repasar la “norma de mormas” antes de solicitarle a otro que la lea, pues los artículos que en realidad hacen referencia a la educación formal y sus prestadores, son el 67 y 68 respectivamente.
Es una verdad a medias que en Colombia toda la educación es pública.
Esa es la interpretación que a bocajarro sostuvo el secretario de educación en el recinto del Concejo Municipal donde debía dar su informe. Lectura propia del desconocimiento en materia educativa o de la astucia política. Es verdad que el artículo 67 de la CP, que olvidó el secretario, estipula que la educación es un servicio público, en cuanto la regula y vigila el Estado, pero, la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales varía frente a la que pueden ofrecer los particulares, artículo 68 de la constitución. Por ello el servicio y prestación están especificados en la Ley General de Educación 115 de 1994, que incluye la responsabilidad estatal y territorial en la cobertura, artículo 4. Ley que también sugiero, debería repasar el secretario Huertas, más aún en el entendido que es licenciado universitario, y estos aspectos hacen parte de los contenidos en los que certifica título.
Se le está volviendo estilo al secretario, buscar indulgencias con padrenuestros ajenos.
De buscar créditos mediante el reparto de mercados o computadores pagados con fondos del erario, pasó a buscar los aplausos por la cobertura educativa de las instituciones privadas. Fue así como, ante el reclamo de los exponentes de la sociedad civil, el secretario, metió en una misma bolsa, la cobertura en preescolar abarcada por las instituciones estatales y particulares, siendo que la primera es la que administra el ente territorial. Por lo tanto, era frente a la que, en uso de razón, le reclamaban los expositores porque el Plan de Desarrollo de Pereira no cumple. Sin embargo, el avivato secretario montó su errónea teoría de conjuntos sobre la cobertura, para forzar la idea del éxito de su gestión. Y así actuó, colgado de las diligencias hechas por las instituciones privadas de la ciudad en esta materia; por cierto, particulares que siguen ávidos de un verdadero vocero institucional ante la situación económica que padecen como fruto de la COVID-19.
Otras verdades de la cobertura que olvidó mencionar el secretario:
Olvidó informar el secretario ante el concejo, que además de buen repartidor, está juicioso con el oficio del “estudio técnico” en los colegios, conducente a disminuir el número de profesores. Es decir, cada vez la relación “número de estudiantes por profesor”, indicador clave para la calidad educativa, será mayor, aumentando el hacinamiento. Eso para no ahondar en el tema de los megacolegios, sobre los que tanto orgullo vocifera, pero en los que los docentes tienen condiciones contractuales y salariales desventajosas, propias de la cicatería gubernamental.
El cacareado aumento de matrículas:
Nuevamente pifia por astucia, o porque es su primera vez en el cargo, más que por el rigor administrativo y educativo para dar el informe. El aumento de matrícula del 3 de febrero a 1 de mayo, que mostró en la única diapositiva presentada por el secretario durante su intervención, se da todos los años, debido a que los padres de familia no alcanzan a realizar las matrículas en el tiempo establecido para ello, que es en el mes de enero. Razón por la que no es un indicador preciso para medir crecimiento de cobertura. Desde luego esto no se lo podía resolver la funcionaria que recibió su instrucción para descargar el dato del SIMAT; el licenciado Huertas, requería haber conocido el sector o asesorarse de los expertos.
Centro del Desarrollo Infantil, de nombre moderno, pero realidad atrasada.
Muy bien por el deber cumplido en Salamanca y Puerto Caldas, pero no olvide citar fuentes señor secretario, o por lo menos hechos sociales. Recordará usted, durante el 2016 y 2019, tres años, como lo describe el diagnóstico del PDD, no se hicieron nuevos centros para el desarrollo infantil, y por temas como ese la gente terminó parada en las puertas de la alcaldía, y fruto de esa protesta, es que están atendiendo algunos reclamos de la gente de Puerto Caldas, otro padrenuestro ajeno cuyas indulgencias no le corresponden.
Y el fondo del asunto; la atención de la primera infancia en los hogares infantiles, no permite que los niños sean atendidos en educación con docentes licenciados en esa área, como si ocurre en los colegios. Eso va en contra del preescolar de tres grados que hemos exigido desde FECODE y con la formación integral de los niños, que está en la Ley General de Educación. Y tome nota que Pereira viene de cuatro años sin hacer nuevos establecimientos y sedes educativas. Ojalá que al secretario, en su estilo, no le dé por contar como públicas las particulares, que si han aumentado.
Coletilla: Frente a las consideraciones para negarse a aplazar la aprobación del PDD municipal; debería seguirse el ejemplo de los concejos municipales que tienen en cuenta la realidad biológica la cual cambió por completo la situación mundial, y se esfuerzan por mejorar y adecuar los proyectos del Plan a esta situación, acogiendo para tal fin el plazo que otorgó el gobierno central.
La ñapa: ¿A cuánto estamos que el secretario diga en público lo que manifiesta en privado, que los profesores deben bajarse el salario?
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