En riesgo meritocracia de Comfamiliar.
- Comité Editorial
- 25 may 2017
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Ya es de conocimiento público la intentona del presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio Mauricio Vega Lemus, para llegar al Consejo Directivo de Comfamiliar Risaralda. En la polémica por la consecución de poderes hay graves denuncias de uno de los actuales directivos, Javier A. Mejía, sobre la manera como la Cámara de Comercio ha conseguido estos, no obstante que es la misma entidad donde deben realizar la renovación de matrícula mercantil quienes dan los poderes.
Lo cierto es que la politiquería del Dr. Vega Lemus es conocida. Tras su disfraz, de “civismo”, ha logrado participar del desmonte del ese sí, patrimonio cívico de la ciudad. Siendo el caso de entrega del Aeropuerto Matecaña a una APP el más reciente. Como miembro de la Junta Directiva apoyó e impulsó públicamente la entrega del aeropuerto al grupo Solarte relacionado con la corrupta Odebrecht en la Ruta Del Sol. Vega Lemus además hace parte de un pequeño club de personajes que promueven el libre comercio que atenta contra la industria y el comercio de la región y el país, grupeto en el que lo acompañan los Lacouture, Gina Parody y doña Cecilia Álvarez Correa entre otros.
Contrastan la política administrativa de Comfamiliar. Allí no ha podido echar raíces la politiquería, de tal modo que la meritocracia, ese bien colectivo en vía de extinción, sobrevive en la entidad. Es grato por ejemplo tropezar con excelentes y bien formados profesionales en el área del instituto académico o de recreación de la entidad. Está lejos de intereses políticos el manejo cultural. Y es común hallar personal con razonamientos y opinión abierta independiente de su contratación o labor que desempeñen. Tampoco se ve por allí a los pésimos ministros del gobierno central pavoneándose y participando de autoelogios y reconocimientos mutuos entre directivos y gobierno. En conjunto desarrollan valores que, sin llevarlos a categorías de faros y adulaciones, si son un referente en medio de la descomposición en que han caído una buena parte de los gremios y entidades de la ciudad que ofician como intermediarios del atraso político y económico, y eso cuando no los ocupa su papel de bufones de las élites que gobiernan en el país.
De ahí que cada día sea mayor el número de profesionales que laboran, tienen relación y se benefician de servicios de la caja de compensación familiar, que estén altamente preocupados e indignados por la manera como Vegas Lemus y el aparato que ha logrado montar, vayan por la dirección de la entidad. De modo pues que el bochornoso espectáculo por ganar la “representación” directiva, recurrente ya en la política local, después de saltarse los límites éticos; camine ya la delgada línea roja de los límites legales. Luego según diversas versiones, puede estar atizando un movimiento de indignados adentro y alrededor de la entidad, que busca confrontar la politiquería que reina a su antojo en la Cámara de Comercio y aspira a extenderse hacia la dirección de Comfamiliar. Amanecerá y veremos hasta donde despunta.
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