
Entre el Coronavirus y otros demonios
Por: Édison Osorio
En Colombia más de 11 millones de personas trabajan en la informalidad y màs de 80% de sus trabajadores formales ganan menos de 2 salarios mínimos, condición adversa para afrontar una pandemia como la actual.
Ante la encrucijada de la situación y las presiones para retomar labores de grandes grupos económicos nacionales y extranjeros representados en el gobierno de Iván Duque, gran parte de los colombianos podrían quedar expuestos a medidas irresponsables que atentan contra su salud en época que el Covid-19 ni ha llegado a su pico más alto, ni hay vacuna contra este, ni la población colombiana ha desarrollado un nivel de inmunización adecuado.
Por tales motivos, varios factores juegan en contra de muchos trabajadores: el primero y ya mencionado, es la fragilidad laboral, la zozobra de vivir del rebusque, contratos a término fijo ausentes de garantías decentes y empresarios asfixiados por los créditos con la banca e impuestos estatales.
Un segundo factor es el nivel de desconocimiento sobre la pandemia, especialmente en los sectores de más bajos ingresos, lo cual no les permite dimensionar la gravedad del Coronavirus. Muchas personas no tienen la posibilidad de indagar diversas fuentes de información, quedando expuestas a los análisis del gobierno central, que acaparan más tiempo en los medios pero que a su vez son muy cuestionados.
Lo anterior puede crear escenarios más problemáticos que las frustraciones de algunos al lavar la loza o bañarse todos los dìas o no en cuarentena, como lo puede ser en las zonas más abandonadas por el Estado en donde las personas están más decididas a salir a obtener cualquier ingreso para así evitar el hambre, pagar sus deudas o evitar un altercado con su arrendatario. A muchos por no tener con qué pasar la cuarentena, les queda más fácil apostarle a exponerse y no contagiarse o contagiarse y que el destino los ponga en el porcentaje que superan la enfermedad.
Para terminar, mucho se podría solucionar con acciones gubernamentales civilizadas, como lo están haciendo algunos países capitalistas, sin embargo en el país se gobierna desde hace más de 20 años bajo la línea política neoliberal, la cual quiere cobrar hasta por el aire que respiramos y sus medidas son siempre pensadas para las ganancias económicas de unos pocos, enfoque que no ha cambiado en tiempos de Coronavirus.