
El modelo económico del continuismo cada vez preocupa más
Por: Hernán Tena Cortés - @hernan_tena
El pasado 22 de Junio, el economista pereirano Juan Pablo Fernández, quién es asesor económico de Jorge Enrique Robledo, compartió su reflexión alrededor del modelo económico de Colombia y logró despertar inquietud en muchos pereiranos.
A continuación se socializan algunas de sus conclusiones.
La poca producción, la desigualdad y la corrupción como política de estado son tres fenómenos que poco a poco están llevando el país a la quiebra. A pesar de lo anterior, el continuismo que gobierna a Colombia se preocupa por especular en vez de producir y al país no le queda más que aguantar esas élites que bien denominó en su momento el exministro Cepeda “asociaciones de crímenes organizados”.
La realidad demuestra que el mundo todavía no ha superado la crisis económica del 2008, economías como la brasilera y la mexicana son ejemplos de esto; sin embargo, a pesar de que quienes gobiernan nieguen estar en crisis, existe, y Colombia no se queda atrás, menos cuando su economía depende de la internacional.
En Colombia, de cada 100 personas que trabajan en el campo, 84 tienen malas condiciones; el empleo no remunerado de las mujeres vale 24 billones de pesos y hay alrededor de 2.400.000 personas que se levantan todos los días sin empleo. Por otro lado, el riesgo país, un indicador que construyen los inversionistas internacionales para medir el riesgo de inversión, la última semana creció un 11%, evidenciando que ahora el país tiene más probabilidad de no poder pagar sus acreencias internacionales.
En términos de crédito, el crecimiento de la cartera vencida creció 41% y las cifras dicen que los ciudadanos están arrasando con los cupos de las tarjetas para poder mercar o pagar otras deudas. Como país, en el primer trimestre del año 2017, el endeudamiento externo colombiano creció en 20.000 millones de dólares.
Por su parte los tratados de Libre Comercio no se pueden quedar por fuera en esta crisis económica que enfrenta el país, pues estos al tener 23 capítulos que poco tienen que ver con comercio y mucho con la protección de invenciones, están diseñados para que Colombia se endeude. En este sentido, se puede concluir que 25 años de libre comercio son el producto de una economía dependiente de los especuladores o de los “gotas gotas” internacionales.
Por último, un producto per cápita de $6.000 dólares y una productividad laboral de $10.000 sitúan a Colombia por debajo del promedio de América Latina; el modelo económico está en transición de desindustrialización hacia la maquila; el 63% de los agricultores colombianos sin acceso a agua, a crédito, a asistencia técnica y tampoco a tierra suficiente y un solo colombiano siendo dueño del 40% de los bancos y del 50% de las pensiones, hacen concluir que el panorama para los colombianos no esclarece y se puede oscurecer más.